El actor hawaiiano sorprendió al declarar que sus hijos no pueden jugar videojuegos ni tener teléfono, justo cuando encabeza el éxito mundial basado en el famoso juego.
En medio del fenómeno taquillero que ha resultado ser Una película de Minecraft, Jason Momoa ha llamado la atención por algo que va más allá del cine: su postura radical frente al uso de tecnología en casa. En una reciente entrevista de promoción, el actor reveló que no permite que sus hijos tengan teléfonos ni jueguen videojuegos, porque, según él, prefiere que se concentren en explorar el mundo real.
“Somos diferentes, amigo. No tenemos televisión. Mi hijo no tiene teléfono; él tiene 16 años y no posee un teléfono. Cuando tenga 18 años, tendrá uno, y lo sacará de casa para que pueda explorar el mundo”, comentó Momoa durante la gira de prensa, según recogió el sitio especializado LevelUp.
La contradicción no pasó desapercibida: mientras interpreta a Garrett “The Garbage Man” Garrison, uno de los protagonistas de una cinta inspirada en el universo de Minecraft, uno de los videojuegos más populares entre niños y adolescentes, el actor se posiciona abiertamente en contra del gaming. De hecho, afirmó que en su casa prefieren ver películas juntos como forma de entretención, descartando por completo el uso de consolas o celulares.
El guion de la película fue escrito por Chris Bowman y Hubbel Palmer, y está dirigida por Jared Hess. A Momoa lo acompaña Jack Black, y según contó el propio actor a Reuters, aceptó el papel gracias a la insistencia del productor Cayle Boyter, quien pensó que su talento para la comedia encajaba perfecto con el proyecto.
A pesar de la controversia, el filme ha sido un éxito rotundo: en sus primeras semanas en cartelera, Una película de Minecraft ya supera los 550 millones de dólares en recaudación global, ubicándose como la segunda adaptación de videojuego más exitosa de la historia, solo detrás de Super Mario Bros. La Película, de acuerdo a datos también publicados por LevelUp.
En contraposición, Jack Black, decidió meterse de lleno en el universo del juego. Para prepararse, jugó más de 100 horas de Minecraft. Desde construir fortalezas hasta sobrevivir ataques de Creepers, Black se dedicó a explorar a fondo cada rincón del mundo cúbico. Su objetivo: interpretar con fidelidad y entusiasmo un personaje que conectara con la comunidad gamer y mantuviera el espíritu del videojuego.
El contraste entre el mensaje personal de Momoa y su rol en esta megaproducción ha abierto un debate sobre el papel de las figuras públicas frente a los productos que representan. ¿Coherencia o contradicción? El público ya tiene la palabra.
Imagen: Una Película de Minecraft
