El Estudio Ghibli está de moda estos días, pues las redes sociales se inundaron con fotos que simulan el estilo de Studio Ghibli, creadas con una nueva herramienta de ChatGPT.
Esta herramienta de IA, no solo destaca el potencial de la tecnología, también abrió el debate sobre el uso indiscriminado de agua para el enfriamiento de los servidores y por otro lado, los derechos de autor y la falta de límites impuestos sobre la propiedad intelectual.
Si bien muchos celebran la nueva herramienta, otros la consideran una falta de respeto y un plagio a las películas del estudio Japonés, debido a que la IA se entrena con imágenes protegidas por derecho de autor, lo cual viola la propiedad intelectual de los artistas.
En este contexto, volvió a aparecer una antigua grabación del año 2016, de Hayao Miyazaki, cofundador de Studio Ghibli, donde expresó su absoluto rechazo al uso de la inteligencia artificial en el ámbito artístico.
«Nunca desearía incorporar esta tecnología a mi trabajo en absoluto. Creo firmemente que esto es un insulto a la vida misma».
«Siento que nos acercamos al fin de los tiempos. Los humanos estamos perdiendo la fe en nosotros mismos», concluyó.
Para que podamos entender su pensamiento, un ejemplo de su meticuloso trabajo, es la película “El viento se levanta”(The Wind Rises), que estrenó en el año 2013. No solo emociona por su historia, sino que también por su artesanía animada. Una secuencia de tan solo 4 segundos tardó más de un año en completarse.
La escena, retrata a una ciudad en caos en medio de un terremoto, con masas de personas y vehículos moviéndose en distintas direcciones.
Para lograr el efecto, se trabajó con técnicas tradicionales, cuadro por cuadro, respetando el arte clásico de la animación japonesa.
Aquí, cada persona animada tiene una reacción y gesto único, que convierte la secuencia en una joya de la animación que hoy es digna de estudio y admiración.
No es solo una animación, es una declaración de principios y también un ejemplo de lo que se puede crear cuando el arte no se apura.
Respecto al uso del agua.
Mientras las redes sociales se llenaban esta semana con ilustraciones “estilo Ghibli” generadas por la IA, surgió una preocupación ambiental inesperada, ya que se habrían utilizado aproximadamente 216 millones de litros de agua, solo en la semana, para mantener la infraestructura que permite generar este tipo de imágenes debido a procesos técnicos que suelen pasar desapercibidos para los usuarios, pues detrás de cada imagen creada con modelos como el de ChatGPT, hay una red de servidores que necesita mantenerse refrigerada constantemente para procesar las solicitudes generadas por millones de personas en todo el mundo.
¿Valdrá la pena consumir millones de litros de agua para generar imágenes digitales?.
Y por otro lado ¿Será correcto solicitar a la IA, que copie el estilo de un artista que tardó años en desarrollar?
y no hay que olvidar que Miyazaki siempre integra mensajes ambientalistas en sus peliculas… unar la IA para generar imagenes «tipo Ghibli» tambien es una falta de respeto a sus principios